Testimonios: Experiencias de Verano
Comenzamos la mañana compartiendo
más experiencias de verano. En primer lugar voluntarias de AMIC nos cuentan su
experiencia en Lambaré (Paraguay), donde realizaron un Campo de Trabajo con las
Misioneras de la Institución Claretiana y apoyaron su labor atendiendo a niños
y mujeres a través de actividades lúdicas y talleres.
A continuación escuchamos atentos
la Experiencia de Proclade Yanapay en 5 comunidades del Alto Potosí. Diez
Misioneros Claretianos atienden estas comunidades excluidas y aisladas. El
grupo de voluntarios ha colaborado en cinco hogares que acogen a niños y niñas
que viven alejados de las escuelas. Allí han desempeñado tareas de apoyo
escolar, ocio saludable y fortalecimiento de la identidad cultural.
Desde Proclade Bética se
presentan dos experiencias de verano. La primera de ellas en Zimbabwe, que ha
tenido lugar por primera vez. Seis personas viajaron al sur de África para
vivir el mes de Agosto con la intensidad de la vida misionera que allí desempeñan
los claretianos. Allí procuraron empaparse de las costumbres, el idioma y la
espiritualidad del pueblo shona, que vive el sufrimiento desde la alegría de
sentirse amado por Dios.
La segunda experiencia tuvo lugar
en San Isidro de Níjar (Almería). Se trata de un Campo de Voluntariado
vinculado al trabajo que las Hermanas Mercedarias de la Caridad realizan con la población migrante del Campo de Níjar. Se trata de conocer una realidad cercana pero en muchas ocasiones invisible. Miles de personas que buscaban la prosperidad en nuestro país se encuentran con la exclusión como ciudadanos y en muchos casos la explotación. Durante estos diez días se trabaja en actividades de diversa índole tales como el arreglo de casas, actividades deportivas, un taller ocupacional de artesanía o el reparto de alimentos. Sin duda una experiencia que muestra la crudeza de nuestra sociedad.
Por último, voluntarias
vinculadas a las Misioneras Claretianas nos han explicado su experiencia de dos
veranos viniendo a Tánger como Campo de Trabajo. En él, han trabajado con las
Misioneras de la Caridad (Madre Teresa de Calcuta), Asociación Mamás cien por
cien y con una asociación de inmigrantes.
Experiencia de diálogo interreligioso: Casal Claret de Vic
El municipio barcelonés de Vic cuenta
con un porcentaje de población migrante muy importante. Los Misioneros
Claretianos impulsaron el proyecto Casal Claret para promover la
interculturalidad y la inclusión de las personas llegadas de muchos países del
mundo.
Casal Claret desarrolla una Escuela
de paz para mujeres donde ofrecen cursos de informática, catalán, etc. como
excusa para propiciar el encuentro de mujeres. Suele participar unas 120
mujeres y además es el único espacio dedicado a mujeres donde pueden acudir sus
hijos de 0 a 3 años.
Otra de las actividades de Casal
Claret se denomina “Recuperemos la despensa y el armario” y su finalidad es
mejorar la economía doméstica a través de huertos, talleres de conservas, y
transformación de productos naturales. Se trata de brindar herramientas para el
empoderamiento de las mujeres y sus familias.
También se trabaja con niños,
adolescentes y jóvenes a través de la una Escuela de paz destinada
específicamente a este colectivo.
Otros grupos que reúne el Casal
Claret serían el Grupo de revisión de vida desde perspectiva cristiana, un
Grupo de salud y Grupo de Diálogo Interreligioso nacido en 2002 (reúne personas
de diferentes confesiones). Este último convoca a la participación en dos
momentos del año, en un recital de poemas místicos y el Día de la Paz – Día de
Gandhi.
Eucaristía en la Catedral y charla con Mons. Santiago Agrelo, Obispo de
Tánger
Después de la misa nos reunimos
con Santiago para hablar de una Iglesia en diálogo con el Islam.
La Iglesia de Tánger va al
encuentro del otro, al encuentro con el Islam y esto deriva en un encuentro con
los pobres de forma decidida e independiente de movimientos políticos. Los
católicos de la diócesis son extranjeros, no hay marroquíes, con lo que todos
salieron un día de su hogar y de su país. También el Mesías salió al encuentro
del hombre, pero a nosotros nos queda mucho para conseguir “abajarnos” como Él.
Algo muy importante a destacar en
las relaciones es que la reciprocidad no debe existir en la Iglesia. Con la
gratuidad podemos situarnos al mismo nivel. La libertad, la luz, la gracia, son
regalos que nos llevan a Dios y los destinatarios son los pobres. Ellos podrán
recibirlo o no, pero se practican. Y es que no somos enviados a las religiones
de la tierra sino a los pobres de la
tierra porque aunque no esté permitido evangelizar con palabras por ley, por
ley se permite el servicio.
El futuro de las religiones
depende de la capacidad que tengan para entenderse entre ellas, para aceptarse mutuamente. Esto es una
invitación a cultivar la mirada para aceptar y abrazar al otro.
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